Las noches de miedo y sin razón han pasado...
ya no lloro cuando escucho tu nombre,
ni imagino que esto es un sueño del que quisiera despertar.
He llegado hoy a un nuevo aniversario,
al día en el que pienso como cada año,
cómo sería mi vida si aún estuvieras conmigo.
Pienso entonces que seríamos amigos,
que juntos conversaríamos de lo vivido,
disfrutaríamos de nuestra compañía,
sin palabras sobre los alerones de la casa,
mirando el horizonte,
como lo hago con mi mejor amigo.
Imagino tu rostro y el de mami llenos de asombro
escuchando asustados mi ideas de vida,
reprochando algunos puntos fuera de lugar,
y aún así, no me prohibirían pensar.
Y luego los paseos a la playa,
la arena dorada, el sol carmín y
las olas bordando espuma a nuestros pies,
todos tomados de la mano,
sonriendo como la brisa niña en los cabellos de Gabi,
todos bronceado como miel en el rostro de mami,
erguidos y orgullosos como la talla de Paco,
extasiados como tú con la inmensidad del mar.
Pienso que te extraño a diario, y a minuto,
en cada cosa que vivo me pregunto,
¿qué sería si aún estuvieras conmigo?,
y que dirías si digo que estoy enamorada,
que quiero trabajar, que me quiero casar,
o que simplemente salgo del hogar...
para quién sabe cuándo retornar.
Pero no importa cuánto lo piense,
o con qué detalles imagine tu respuesta a mis preguntas,
no te tengo conmigo querido amigo...
Aún así, me regocijo en el dolor que tu ausencia despierta en mí,
en el saber que lo tengo, lo quiero, que no lo menosprecio,
que es tan mío... como yo de los míos.
Y extrañamente, te encuentro otra vez dentro de mi canción,
como siempre con una sonrisa de amistad,
la mirada de nostalgia y tu cariño en mi corazón.
Sigo pensando en tí papá.
No comments:
Post a Comment