Cuan diferente se ve y se siente,
tu mirada de otoño, sobre los campos
violeta serenidad de mis ojos.
Cuando te soñaba, le daba a tus manos
graciosas alegorías de calor y calma,
que bordeaban mis miedos con alegría y paz.
Cuan diferente siento tu presencia en mi pecho,
presencia de fuego,
con misterio de accionar deseado y concreto,
deseando que seas, solo como en mis sueños,
sin palabras, ni caricias,
encontrar el arcano
de cristalina y real conexión de lo nuestro.
Cuantos castillos hice de naipes,
de actuaciones y paseos,
conversaciones y juegos,
de ilusiones y deseos,
pero se tiene que vivir y sentir la realidad
para hilvanar este sueño,
tengo que conquistar tus deseos y apuros,
para poder quererte como te quiero.
Quiero encontrar tus misterios de antaño
colados entre mis caricias de ébano,
encontrar que estoy equivocada,
que no son solo deseos, pasión y fuego
lo que en tus ojos veo,
que no quieres solo un contacto frívolo y sin tiempo.
Encontrar que quieres conquistar mis ímpetus y fragancias,
encontrar que soy un misterio, dentro de tu limbo,
que pese a toda mi propia certitud y confianza
de ser como soy, soy un misterio bañada en ébano,
vestida en cal, perfumada en vainilla,
libre al viento,... pacífica erupción de deseo.
27 de Agosto de 1996
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